Creo que una de las mejores formas de expresión es la música. La música relaja, cambia el ánimo, como el sexo (NO SE SI EN SU TOTALIDAD), pero creo que a veces es tan impactante, que puede llevarte más allá, fuera de límites corporales dejando al descubierto tu conciencia y llegar a, como dice H. Maturana, "ser conocedor u observador del observar". Como decía, la música es capaz de deprimir, alegrar... llevarte "a otro estado", éste estado de sensibilidad
máxima y conciencia desnuda lo llevo a mi experiencia con el didgeridoo. Es incomprensible y confusa la sensación que me pasa tocándolo, la vibración en la frente... la concentración en respirar...los labios, la lengua jugando... incluso el mismo sonido, todo es como un RELOJ moviendo todas sus piezas de la forma correcta , para poder “apreciar” la hora...se mueve y funciona.La suma de concentración y
sensaciones hacen que tu cuerpo se corte y que solo estés
tú ahí...
(tu conciencia) dando vueltas entre toda esa maquinaria...
inspeccionándola, de alguna manera inexplicable, haciéndola sonar, es como si de alguna manera tuvieras el poder de hacer volar un vaso con la mente. A pesar de que las sensaciones con este instrumento en particular son increíbles, le musique es más que eso, el instrumento pasa a ser uno de los tantos millones de engranajes de esta maravillosa maquinaria. Y es gratificante verla mezclarse con otro tipo de maquinarias igual de geniales, agrandando la bolita de conjuntos sensoriales, en el caso del cine recuerdo lo bien conceptualizado que esta la música y el piano ardiendo en Fando y Liz de Jodorowsky, los momentos cargados de emoción y recuerdos de un Eterno resplandor de una mente sin recuerdo, los colores que se perciben en Aquatic life, la “imagen”, el “audio”, la “percepción” (que buena mezcla y que resultado!).
El caso es que siempre esta ahí presente, cambiando nuestra percepción de las cosas, agitando las emociones, trayendo todo tipo de recuerdos, ¡Porque así es Le MUSIQUE! te hipnotiza...te seduce... te envuelve…te atrapa, te vuelve concientemente loco! en este manicomio diario.